MI MUSICA

jueves, 6 de marzo de 2014

TALLER ÉTICA CLEI 3 NOCTURNA I.E. ANTONIO DERKA SANTODOMINGO


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ESTUDIANTES CLEI 3-1 3-2 NOCTURNA ANTONIO DERKA SANTODOMINGO 2014






1.  La bruja Mon entro en una tienda de videos.
2.  Se quedo embobada contemplando en una pantalla un número musical.
3.  Hasta que una niña le dio un pisotón sin querer.
4.  ¡Huy perdone!... murmuro la niña.
5.  La bruja Mon se puso hecha una fiera.
6.  ¡Ahora mismo te convierto en una rana!.
7.  Saco su vieja varita y le dijo las palabras mágicas:
8.  TUFA, COTUFA, TRUCALATRUFA. CHIRIS CHIRABO, CHIRIBINABO, MALADAPICO.
9.  Hoy tengo gana de hacer la rana.
10.              Al momento, la niña se transformo en una rana y empezó a croar escandalosamente.
11.              El policía que estaba vigilando la tienda se acercó a ver lo que pasaba.
12.              Aquí no está permitida la presencia de ranas, le dijo a la bruja Mon,
13.              ¡Tendrá que pagar una multa!
14.              ¡Y un jamón!, le dijo la bruja Mon.
15.              El policía se puso tan serio que la bruja Mon se asusto.
16.              Saco sus ahorros de trescientos años, contó las monedas, pago la multa y      salio de la tienda a todo correr.
17.              La rana la perseguía a grandes saltos.
18.              La alcanzo enseguida y se monto sobre su zapato derecho.
19.              ¡OS, OS!, hacia la bruja para espantarla. Y la rana que no se iba…
20.              Con que, en esto, llego un guardia y le dijo: “Esta rana no tiene collar”.
21.              “Esta prohibido que los animales circulen sin collar.
22.              ¡Tendrá que pagar una multa!”.
23.              ¡Y un jamón!... dijo la bruja Mon.
24.              El guardia se puso muy serio y la bruja Mon se asustó.
25.              Saco sus ahorros de trescientos años, pago la multa y salio corriendo.
26.              De un brinco se subió a un autobús en marcha. Y la rana con ella.
27.              El conductor dijo: “Está prohibido llevar ranas en los transportes públicos”
28.              . “Tendrá que pagar una multa”.
29.              La bruja Mon se hizo la despistada. ¿Qué rana?, preguntaba.
30.              Y murmuro escondidas las palabras mágicas, y la rana recupero su forma de niña.
31.              ¿Ve usted como no había ninguna rana?, le decía la bruja al conductor.
32.              “En este caso tendrá que pagar el billete de la niña”.
33.              ¡Y un jamón!, le dijo la bruja Mon. Y se tiro del bus en marcha.
34.              Ya hace mucho tiempo que la bruja Mon no convierte a las niñas en ranas.

35.              Fin.


PROFESOR EZEQUIEL PUERTA A.
TALLER DE ÉTICA
CLEI 3
OBJETIVO
Analizar y desarrollar lo que es y significa la ética.

INTRODUCCIÓN:
La vida de cada ser humano es irrepetible e insustituible y cada cual tiene derecho a disfrutarla del modo más humanamente completo.
Pero para ser humanos tenemos que vivir entre humanos, es decir no solo “como” los humanos, sino también “con” humanos. En ayuda mutua, en igualdad de derechos, teniendo en cuenta a los más débiles y aceptando que el “otro” es diferente de “mi”.
Se puede vivir sin saber grandes ciencias, hasta sin saber cosas tan elementales como leer y escribir, sin embargo existe un saber que es imprescindible; el de que ciertas cosas nos convienen y otras no.
A lo que nos conviene solemos llamarlo “bueno”, porque nos sienta “bien”; otras, en cambio, nos sientan mal  y a esas les llamamos “malas”. Este es un conocimiento indispensable para que nuestra vida pueda continuar.
Sin embargo hay cosas, cuya conveniencia puede tornarse ambiguamente. Puede ser en un momento bueno y en otro malas, o tener aspectos positivos u otros negativos.
En el terreno de las relaciones humanas, estas ambigüedades se dan con muchísima frecuencia.
Una relación que  nos parece buena se torna en mala y otras que empezaron mal terminan siendo un amor importante de la vida.
Saber vivir no resulta tan fácil porque hay diversos criterios y criterios opuestos respecto de qué debemos hacer.
Algunos opinan que lo más noble es vivir para los demás y otros señalan que lo mejor es que los otros vivan para uno. También están los que creen, que tan solo hay que buscar la propia conveniencia, no vivo para otros, tampoco otros viven para mí: soy autosubsistente.
También las motivaciones de la vida pueden ser distintas, para algunos lo que cuenta es ganar dinero y nada más, para otros ser profesionales prestigiosos, algunos cuidan obsesivamente la salud o el tiempo libre, en tanto que muchos valoran especialmente la vida afectiva o buscan la paz interior.
Si la vida fuera algo completamente determinado y fatal, irremediable, todo esto carecería de sentido.
Y así llegamos a la palabra fundamental: la libertad. Los animales no tienen más remedio de ser como son y hacer lo que hacen porque están programados. Y los seres humanos, en cierta medida también lo estamos. De modo menos imperioso, pero parecido, nuestro programa cultural es determinante, porque condiciona nuestro pensamiento, el lenguaje se nos impone desde afuera y somos educados en ciertas tradiciones, hábitos, formas de conductas, leyendas, prejuicios. Todo esto hace que en cierta manera seamos bastante previsibles.
Aún así, nunca tenemos un solo camino a seguir. Cuando hablamos de libertad, tenemos que tener en cuenta:
 Primero: que no somos libres de elegir muchas cosas de lo que nos pasa ( haber nacido en tal día, de tales padres, en un determinado lugar, ser lindos o feos, sufrir porque somos alcanzados por algún fenómeno natural, etc.) sino libres para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo (obedecer o rebelarnos, ser prudentes o temerarios, vengativos o resignarnos, buscar soluciones o bajar los brazos, apoyarnos en la fe y en la esperanza o enojarnos con Dios y tratar de solucionar lo que nos pasa por nuestra cuenta)
 Segundo: Ser libres para intentar algo no tiene que ver con lograrlo indefectiblemente. No es lo mismo la libertad que la omnipotencia.
Cuanta más capacidad de acción tengamos, mejores resultados podremos obtener de nuestra libertad. Soy libre de querer. La libertad es una fuerza en el mundo: es nuestra fuerza.
Muchos dirán ¿cómo vamos a ser libres, si nos comen la cabeza desde los medios de información, si el gobierno nos manipula, nos engaña y las drogas nos esclavizan y además no ganamos lo suficiente para vivir o comprarnos lo que queremos?
Entonces como  no somos libres, no podemos tener la culpa de nada de lo que nos ocurra. De tal manera decir que no hay libertad, para no reconocer que libremente se prefiere lo más fácil.
En resumen: a diferencia de otros seres, vivos o inanimados, los hombres y mujeres podemos inventar y elegir en parte nuestra forma de vida. Podemos optar por lo que nos parece bueno, es decir conveniente para nosotros y también para vivir en comunidad. También podemos equivocarnos, de modo que es prudente fijarnos en lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber vivir que nos permita acertar.

A ese arte de vivir, es a lo que se le llama ética.
Libertad es decidir, pero también es darse cuenta de que estás decidiendo. Lo más opuesto a dejarse llevar. Y para no dejarse llevar no tienes más remedio que intentar pensar dos veces lo que vas hacer. ¿Por qué hago esto? Lo hago porque me lo mandan, porque es costumbre o porque me da la gana? ¿Por miedo al castigo? ¿Por esperanza a un premio? ¿O porque estoy esclavizado? ¿No sería aconsejable informarme lo suficiente para decidir por mí mismo?
Lo mismo sucede con las costumbres. Si vivo rodeada de gente que tiene costumbre de discriminar por ej: a los negros, a los pobres, a los homosexuales, etc. ¿por qué tengo que imitarles?
Cuando me interrogo acerca de mis caprichos, el resultado es parecido.
Es importante aclarar que la ética de un hombre libre, nada tiene que ver con los castigos o los premios repartidos por la autoridad, sea humana o divina. El que  no hace más que huir del castigo y buscar recompensas, no es más que un pobre esclavo.
“Moral” es el conjunto de comportamientos y normas que aceptamos como válidos; “ética” es la reflexión de porqué las consideramos válidos y la comparación con otras morales que tienen personas diferentes.
¿Qué se necesita para ser un hombre bueno? Para unos significará ser resignado y paciente, pero otros llamarán buenas a las personas emprendedoras, que no se acobardan a la hora de decir lo que piensan aunque puedan molestar a alguien.
 Se puede ser bueno de muchas maneras y las opiniones que juzgan los comportamientos suelen variar según las circunstancias. Habría que estudiar no solo las circunstancias, sino también las intenciones que mueven a cada uno. Con la mejor voluntad, alguien puede provocar un desastre y ser tenido por monstruo, sin culpa suya.
La vida está hecha de tiempo, nuestro presente está lleno de recuerdos y esperanzas. Por eso es importante ser capaz de establecer prioridades y de imponer una cierta jerarquía entre lo que de pronto me apetece y lo que en el fondo, a la larga, quiero.
En la evaluación que hacemos de nuestro tiempo, no debemos dejar de tener en cuenta, que lo que más vale es la relación con el otro. Porque muy pocas cosas conservan la gracia en la soledad y si la soledad es completa y definitiva, las cosas se amargan irremediablemente. La vida humana es buena vida entre seres humanos o de lo contrario puede que sea vida, pero no será ni buena, ni humana.
Cuando la vida gira entorno a acumular cosas, quedamos atrapados. Pues la verdad es que las cosas que tenemos, nos tienen ellas también a nosotros en contrapartida. Lo que tenemos muy agarrado nos agarra también a su modo. Nuestras manos no solo sirven para agarrar, sino también para acariciar.
Cuando tratamos a las personas como cosas, lo que recibimos de ellas también son cosas, al estrujarlos sueltan el dinero. Pero de esta manera nunca nos darán los dones más sutiles que solo las personas pueden dar. No conseguiremos así la amistad, ni respeto, ni mucho menos amor.
Los humanos nos humanizamos unos a otros.
A veces uno puede tratar a los demás como a personas y no recibir más que traiciones y abusos. Pero al menos contamos con el respeto de una persona: nosotros mismos... Defenderlo por lo menos en nuestro derecho a no ser una cosa para los otros.
Muchas veces se envidia a una persona porque posee muchos bienes, títulos, belleza, porque se la evalúa desde afuera, sin pensar que esa persona se puede estar muriendo por una enfermedad o de tristeza. Les falta lo fundamental: el auténtico afecto, el auténtico respeto, y aún el auténtico amor de personas libres.
Precisamente la ética lo que intenta es averiguar, en que consiste en el fondo, más allá de lo que vemos.
La condición fundamental de la ética es la de estar decidido a no vivir de cualquier modo, estar convencido de que no todo da igual, vamos a morirnos antes o después. Consiste en tener conciencia
De lo que se trata es de tomar se enserio la libertad o sea ser responsable. Lo serio de la libertad es que cada acto libre que hago, limita otras posibilidades al elegir y realizar cada una de ellas. Y ser responsable es sentirse auténticamente libre para el bien y para el mal. Pero debemos apechugar con las consecuencias de lo que hacemos.
En general lo que más se observa es que, todos quieren dimitir de su responsabilidad echando la culpa a lo malo que sucede alrededor, como si el afuera pudiera manejarnos como marionetas. En realidad lo que se tiene es miedo a la libertad.
Responsabilidad, es saber que cada uno de mis actos me va construyendo. Todo lo que hago va dejando huellas, en primer lugar en mí mismo y no puedo asustarme o quejarme de lo que veo en el espejo cuando me miro.
 Lo que hace humana la vida es el transcurrir en compañía de humanos, hablando con ellos, pactando, mintiendo, siendo respetados y traicionados, amando, haciendo proyectos y recordando el pasado, desafiándose, organizando juntos las cosas comunes, jugando, intercambiando símbolos....
Por malo que sea el otro, por peligroso, nunca deja de ser un humano. Si alguien ha llegado a ser detestable, como sigue siendo humano, aún puede volver a transformarse en alguien conveniente.
Muchos se comportan de manera hostil y despiadada con sus semejantes, porque tienen miedo, o soledad o porque carecen de cosas necesarias. O porque padecen de la mayor desgracia de todas, de verse tratado sin amor, ni respeto. Y la ignorancia aunque esté satisfecha de sí misma, también es una desgracia.
Ponerte en el lugar del otro es tomarle en serio, considerarle tan plenamente real, como a ti mismo.
No hay cosa más ética que el bien vivir, el poder gozar de la alegría, de la risa, en compañía del nuestro semejante


DESARROLLO:
En base a estos contenidos se trabajó y reflexionó sobre estas preguntas:
   Ø      ¿Qué cosas buenas y que cosas malas hay en la vida? Hacer una lista de al menos 10 elementos en cada UNO.

   Ø      ¿Cuándo una cosa buena se puede convertir en mala, y viceversa?

   Ø      ¿Qué uso hago de la libertad para elegir lo que quiero hacer o no?

   Ø       ¿En qué se apoya la decisión?

   Ø      ¿Siempre que actúo lo hago libremente? ¿Cuáles son las motivaciones conscientes y cuáles las que no domino?

   Ø      ¿Cómo influye el entorno?

   Ø      ¿Qué responsabilidad me cabe en lo que decido y sus consecuencias?

   Ø      ¿Quién es el otro para mí? Elegir una situación concreta y buscar una imagen que ilustre cómo veo al otro en ese contexto.http://www.aulaclic.es/word-2010/t_2_1.htm